Convenio: Universidad de Alcalá-ESMASA.
El Proyecto ESMASA representa un avance revolucionario en la arquitectura sostenible, integrando microalgas en la envolvente de edificios como solución para mitigar el cambio climático y fomentar entornos urbanos más saludables. Este proyecto, único en España y pionero a nivel mundial, materializa la fusión de biología y arquitectura mediante la implementación en el nuevo edificio de la Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón, ESMASA. de lo que hemos denominado “fotobiorreactores arquitectónicos”.
Gracias a los convenios firmados entre la Universidad de Alcalá, a través de la Fundación General de la Universidad, y ESMASA, y partiendo de una larga y rigurosa investigación, se ha materializado la transferencia habiendo construido una fachada y tres árboles artificiales que, con una tecnología rupturista, cultivan microalgas para capturar dióxido de carbono, generar biomasa, reutilizar las aguas grises y mejorar el aislamiento térmico, promoviendo un ciclo sostenible y metabólico de recursos y reduciendo la huella de carbono.
El objetivo es el aprovechamiento de los recursos que la ciudad produce, es decir, sus residuos, sean éstos gaseosos, líquidos o sólidos, para obtener materia prima. Y el vehículo para este proceso son las microalgas, conocidas por su capacidad de capturar dióxido de carbono y generar biomasa. Todos ello con un sistema de mantenimiento autónomo y tecnología de bajo coste.
El proyecto ESMASA da un paso importante para la reducción de huella de carbono en el entorno construido, ya que en el lugar donde se produce mayor polución, la ciudad, es donde se compensa convirtiendo el dióxido de carbono en oxígeno. La biomasa obtenida se destina a fertilizantes 100% bio para riego de áreas verdes y huertos urbanos próximos reduciendo el alto impacto ambiental que producen los fertilizantes químicos.
Gracias a un enfoque interdisciplinar -arquitectos, ingenieros, biólogos y químicos- y colaborativo, el Proyecto ESMASA, construido en Alcorcón, ha superado barreras técnicas y estéticas, transformando una visión científica en una realidad construida.
Además de los beneficios ambientales, el proyecto tiene impacto social y educativo significativo con sensibilización comunitaria hacia soluciones sostenibles y potencialidad para generar nuevos mercados y empleos verdes.
El Proyecto ESMASA es más que un experimento arquitectónico: es un modelo disruptivo que anticipa el futuro de las ciudades sostenibles y autosuficientes.